miércoles, 9 de septiembre de 2015

La Empleabilidad de las Mujeres Inmigrantes en España


Trabajo de Grado de la asignatura Sociología de las Migraciones, Facultad  de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED

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Mujeres y niños inmigrantes

'Las condiciones de trabajo de las mujeres inmigrantes en España', es el único capítulo que está dedicado a la mujer inmigrante, cuya autora es Josune Aguinaga. Este capítulo forma parte de una amplia  investigación sociológica dedicada al fenómeno de las migraciones realizado en España por José Félix Tezanos y  Verónica Díaz Moreno, 'Las condiciones laborales de los inmigrantes en España', cuya investigación concluyó en Mayo de  2007.

Aunque no existen evidencias históricas sobre la movilidad de las mujeres en España, las mujeres han formado parte del fenómeno migratorio a lo largo de los últimos años.

Durante ese periodo, el incremento de las migraciones de mujeres en España ha suscitado que se realicen diversos estudios, analizando de forma cualitativa el impacto que este proceso provoca en la sociedad.

Para ello, Josune Aguinaga, analiza en este capítulo las diversas características, comportamientos y actitudes de estas mujeres según su país de origen.

En las últimas décadas, la sociedad española ha ido tomando conciencia de que las mujeres también deben de ser incluidas dentro de las investigaciones debido al aumento de éstas en las migraciones, lo que conlleva un cambio cualitativo a la hora de analizar y dar respuesta a la cuestión migratoria.

Las ONG´s de Apoyo a la Mujer reivindican el papel de ésta en la problemática de la migración como seres humanos vulnerables, que  sufren un trato de doble discriminación, tanto por género como por etnia.

Según las investigaciones, se estima que el 50% de las migraciones son realizadas por mujeres, por muy diversos motivos. En numerosas ocasiones es la mujer la que emigra en solitario, sin un entorno familiar que la proteja, convirtiéndose así en alguien más vulnerable que cuando se trata de hombres o de migraciones familiares conjuntas.

La sociedad española, es consciente de que las mujeres inmigrantes son víctimas del tráfico de personas, violándose así los derechos humanos. Aunque no hay que olvidar que la mayoría de las migraciones tienen un carácter positivo para el desarrollo de los  países de origen, los de destino y para ellas mismas como seres humanos libres y dotados de ciudadanía. 

Un dato a tener también en cuenta, es el motivo por el cual una mujer decide emigrar, ya sea una migración de carácter interno, del campo a la ciudad o de carácter externo, de un país a otro. Una mujer puede emigrar por diversas causas, entre las que podemos encontrar una actitud de independencia y autonomía, o incluso querer ayudar económicamente a sus familiares.

La invisibilidad que sufren las mujeres inmigrantes las convierte en sujetos cada vez más explotados, llegando en numerosas ocasiones al tráfico de personas y a ser prostituidas. De hecho, la gran mayoría de ellas se enfrenta a una difícil integración y una menor participación en el mercado laboral formal.

Cuando la situación económica se informaliza las mujeres tienen dos posibilidades: por un lado, su vulnerabilidad las hace convertirse en víctimas debido a la invisibilidad que sufre la mujer. Por otro lado,  aprovechar las posibilidades para abrirse camino, aunque sea a partir de la economía sumergida, obteniendo así unos bajos ingresos, y poder convertirse en mujeres independientes. Ambas posibilidades merecen especial atención por los poderes públicos de los países de destino.

Saskia Sassen, socióloga, escritora y profesora holandesa, argumenta que en las culturas patriarcales,  fuertemente masculinas, las mujeres van adquiriendo más autonomía tanto doméstica como en el trabajo, lo cual las hace más exigentes a la hora de reivindicar más ayuda de los hombres en casa y así perder el discurso de víctimas que siempre les ha acompañado a lo largo de la historia.

Los estudios realizados por IESA, Instituto de Estudios Sociales Avanzados, dependiente del CSIC, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en 'Los españoles ante la inmigración', muestran una serie de estereotipos sobre la percepción de las personas inmigrantes en cuanto a la integración de la mujer inmigrante dentro del mercado laboral, asociada a la división tradicional en el trabajo, ya sea como trabajadoras domésticas, amas de casa o al cuidado de personas mayores. Además de opinar que la mujer desempeña un papel importante como recolectoras en la agricultura y en la manipulación en la agroindustria. Pero esta situación varía según su país de procedencia, cultura, religión y fenotipo del color de la piel. 

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El color no importa

El estudio también considera que las mujeres son más trabajadoras que los hombres, el 43% de los encuestados, y además, más del 50% de la población considera que las mujeres inmigrantes tienen condiciones laborales no aceptables. Aunque ya se ha tenido en cuenta que las mujeres extranjeras son más sumisas que las españolas y que están más expuestas a la violencia de género.

Este capítulo en concreto trata de cómo se desenvuelven las mujeres inmigrantes cuando llegan a nuestro país. Para realizar el estudio se ha tenido en cuenta variables como: el país de origen y relaciones familiares, estatus legal, nivel de cualificación, situación laboral, horarios y jornadas de trabajo, riesgos, etc. A la vez que se realiza una comparación con los hombres. 
En el apartado, 'Estilos de vida de las mujeres según su cultura y religión de las distintas procedencias', la autora nos explica cómo en el modelo patriarcal, la mujer se dedica de forma preferente al cuidado de personas, ya sean hijos, maridos o compañeros, los padres u otro tipo familiares y de personas.

Según el avance económico de los países, la situación de la mujer va cambiando, incluso en la cuestión de igualdad de género. Siendo de crucial importancia la incorporación de la mujer al mercado laboral para reequilibrar las estructuras económicas y los niveles de vida.

Cuando las mujeres emigran  lo hacen a un país donde el desarrollo humano es alto, hacia sociedades donde la situación de la mujer es diferente a la de su país de procedencia. Es aquí donde entran en acción diferentes actitudes y comportamientos en relación al género, el trabajo de la mujer, el control de la natalidad, la sanidad y otras variables similares.
Son mujeres que poseen niveles de estudios altos en comparación con los niveles de estudios de los hombres inmigrantes, e incluso algunas de ellas tienen más estudios que algunas mujeres autóctonas.

También en este capítulo se aportan datos en lo que se refiere al tipo de inmigración femenina según su país de procedencia y cultura a la que pertenecen.

En primer lugar, encontramos a las mujeres procedentes del Magreb. Según su cultura, estas mujeres no pueden viajar en solitario, por tanto, la mayoría lo hace con su familia.

En segundo lugar, están las mujeres de origen latinoamericano, donde de forma mayoritaria emigran en solitario dejando en su país de origen a su familia.

Otro dato a tener en cuenta de las mujeres inmigrantes latinas, es que son jóvenes y fértiles, y en sus países de origen carecen de educación para la salud sexual y reproductiva, y llegan a España con unas pautas de fecundidad diferentes a las de las españolas, lo que les ocasiona un problema añadido a su integración en la sociedad española. La mujer latinoamericana no planifica la familia, y en algunos actividades laborales no existen todavía acuerdos para  conciliar la vida familiar y la laboral.

En tercer lugar, las mujeres del África Subsahariana, son las más vulnerables, ya que proceden de culturas patriarcales, donde existe un mayor grado de sumisión, y necesitan escapar como sea de su destino tradicional.

En cuarto lugar, están las mujeres de procedencia asiática, que forman parte de una cultura hermética. La mayoría de estas mujeres son empleadas en talleres o fábricas, donde trabajan en unas condiciones de trabajo de pseudo esclavitud, las llamadas "personas no libres".

Por último, las que provienen de Europa del Este, una cultura muy predominantemente masculina, determinada por una historia donde no existían ni clases sociales ni desigualdad sexual, aunque la mayor parte de las mujeres son víctimas del tráfico de personas.

Para concluir este apartado se puede decir que, según el país de origen y el sexo de los inmigrantes, los procedentes de África y Asia son en gran mayoría hombres, mientras que los inmigrantes procedentes de América Latina y Europa del Este son básicamente mujeres.

En el apartado, Estructura familiar, según los datos de la 'Encuesta sobre las condiciones laborales de los trabajadores inmigrantes', de 2007, el 53,2% de los inmigrantes que vienen a España, están casados o tienen pareja. En los varones se da más la soltería, mientras que las mujeres, en su mayor parte, están separadas, divorciadas o viudas.

En general, los inmigrantes que viven en nuestro país, tienen en España una media de dos por cada hijo tienen en su país de origen. El 28,4% de las mujeres inmigrantes ha dejado hijos en su país, mientras el que 61,1% de los varones encuestados reconoce haberlo hecho, de forma que el 56,8% de las mujeres inmigrantes trabajadoras en nuestro país tiene a sus hijos a su cargo. Como resultado, son las mujeres las que tienen más problemas a la hora de conciliar vida laboral y familiar.

En lo referente a la situación legal de los inmigrantes en España, en este capítulo disponemos de un apartado titulado 'Situación legal: permisos de trabajo y afiliación a la Seguridad Social', donde se expone de forma concisa la forma que estos inmigrantes tienen de llegar a España.
La gran mayoría de los inmigrantes viene a España sin un permiso de trabajo y sin papeles, siendo éste el principal problema a la hora de encontrar un empleo legal. Por otro lado, están los que aún encontrándose en una situación regularizada no encuentran trabajo.

Las mujeres inmigrantes suelen trabajar en el servicio doméstico, donde el compromiso con el empleador es mínimo, bien trabajando por horas o en régimen interno, aunque es en éste donde existen mayores exigencias, tanto a nivel de Seguridad Social como de situación legal.

Respecto al nivel académico, aunque los estudios que se realizan en otro país son difícilmente homologables, nos encontramos en una proporción elevada con inmigrantes que tienen estudios de grado medio y superior. Siendo ellas las que poseen más estudios, tanto secundarios como universitarios. En cambio, los hombres son más de  estudios básicos y formación profesional.

En el apartado 'Situación Laboral', se incluyen datos referentes a la relación existente de los emigrantes en paro, su estatus ocupacional y si existe equidad en cuanto al salario de los hombres y las mujeres inmigrantes.
De los tipos de contratos laborales existentes, predomina el contrato temporal por obra, siendo los hombres los más sujetos a este tipo de contrato, un 51,9%, mientras que ellas suponen un 45,9%. Por otro lado, las mujeres son las que trabajan sin ningún tipo de contrato, frecuentemente.

Respecto al paro, los inmigrantes desempleados superan la media nacional. Según los datos aportados por la EPA, Encuesta de Población Activa, en 2006, la tasa de mujeres inmigrantes en paro era del 14,91%; sin embargo, en los hombres, la tasa no alcanzaba el 10%.
Hemos de tener en cuenta que la EPA considera extranjero a toda persona no nacida en España, o que no posea esta nacionalidad.

Con estos datos en la mano, es la mujer quien más discriminación sufre en el mercado laboral. De las que trabajan, la mayoría lo hacen en el servicio doméstico o el comercios minoristas, ubicándose como trabajadoras no cualificadas pese a tener estudios que las hacen válidas para desempeñar otros muchos trabajos.

Por el contrario, los hombres, al demandar empleos en mercados más rígidos, debido a su mayor cualificación, sufren el paro con más intensidad.
Una vez más, las mujeres son las que trabajan en cualquier cosa, mientras que los hombres esperan un trabajo que se corresponda con su formación.
Los ingresos percibidos por el trabajo realizado dependen del tipo de contrato que los inmigrantes posean: en los contratos fijos, ellas las que reciben las remuneraciones más bajas. Sin embargo, en la modalidad de trabajo por horas, ellas perciben mejores salarios.

En cuanto a la distribución de la jornada laboral, las mujeres  realizan jornadas más cortas, aún considerando que muchas de ellas trabajan en el servicio doméstico como internas. Respecto al trabajo durante los fines de semana, la proporción de mujeres ocupadas es superior.

Sobre el tiempo invertido en llegar al lugar de trabajo, y sobre el medio de transporte, la mujer suele trabajar cerca de su domicilio y  se desplaza a pie o en transporte público.
El hombre, por contra, vive más lejos del trabajo y se desplaza utilizando como el transporte público, su propio automóvil o compartiendo vehículo.

Finalmente, el capítulo referencia a los riesgos laborares de los inmigrantes.
Principalmente son los hombres los que sufren mayor número de  accidentes laborales, entre los que podemos encontrar accidentes de tráfico, atrapamientos y desplomes, incisiones y pinchazos, proyección de partículas y todo tipo de accidentes laborales relacionados con el trabajo en la construcción y la industria. Las mujeres, en cambio, se exponen mayormente a accidentes en el ámbito doméstico, como caídas, cortes, golpes, quemaduras e intoxicaciones.

Una cuestión que empieza a cobrar importancia, tal como nos explica la Profesora Rivas, es la de los riesgos laborales que sufren las mujeres por cuestiones de género, el acoso laboral genérico y sexual, el 'burnout' o desgaste/ quemazón generado por la doble jornada (dentro y fuera de casa), riesgos ligados a actividades que antes sólo los hombres desempeñaban, y aquéllos por motivo de discriminación salarial, menor participación en la toma de decisiones, etc.

A modo de conclusión, podríamos decir que la inmigración en España está adquiriendo un carácter femenino, ante el incremento del número de mujeres que deciden salir de su país, en solitario o con su familia, en busca de un mundo mejor.

España es el país de destino elegido por la gran mayoría de ellas, aunque las mujeres españolas no hayan conseguido una plena igualdad. Las mujeres inmigrantes saben que en nuestro país van a disfrutar de un mayor respeto, libertad, e integración social, aunque sus condiciones laborales no sean las deseadas.

Barreras no
Superando barreras, incluso la del sonido



BIBLIOGRAFÍA:

  • TEZANOS, José Félix; DÍAZ MORENO, Verónica: "Condiciones laborales de los trabajadores inmigrantes en España". Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales. Editorial Sistema. Fundación Sistema. 2008   

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