RESUMEN: Con "Invisibles en el
Mediterráneo: el Éxodo del siglo XXI" se pretende dar una mayor
visibilidad a un grupo de población, mujeres y niños, básicamente, como
auténticos actores principales en los conflictos armados, puesto que, en el
imaginario de la guerra, son los más discriminados y vulnerables, los menos
visibles. Los conflictos armados cada vez son más brutales y más extensos.
Algunos de ellos, están muy mediatizados por la sociedad como son los de Siria
y Afganistán, otros en cambio, tienden a ser más invisibles, como son los de
Yemén, Sudán del Sur, República Centroafricana, Eritrea, Somalia y muchos
otros. Por otro lado, encontramos el Mar Mediterráneo convertido en el
escenario principal de las últimas migraciones forzosas, en una meta a alcanzar
para estos nuevos expulsados. En el Mediterráneo podemos visualizar cómo los
flujos migratorios se han incrementado masivamente, dando lugar a un
desplazamiento de personas sin precedentes, lo que se conoce como la crisis de
los refugiados. Organizaciones Internacionales como ACNUR, UNICEF, ONU Mujeres
y OIM han denunciado en sus respectivos informes que en los conflictos armados
mujeres y niños ven vulnerados sus derechos.
Palabras Clave: Expulsiones forzosas; Conflictos
armados; Territorio; Discriminación
INVISIBLES ALONG THE MEDITERRANEAN SEA: AN EXODUS IN THE TWENTY- FIRST CENTURY
INVISIBLES ALONG THE MEDITERRANEAN SEA: AN EXODUS IN THE TWENTY- FIRST CENTURY
ABSTRACT: With "Invisibles Along the Mediterranean: An Exodus in the
Twenty-First Century" we intend to give a higher visibility to a group of
population, basically women and children as the true starring stars in armed
conflicts, for the reason that at the imaginary of war they are the most
vulnerable, discriminated and less visible ones.
Armed conflicts are spreading and becoming more and more brutal. Some of
them are well covered by the media, like those in Syria and Afghanistan.
However, others like the ones taking place in Yemen, Southern Sudan, Eritrea,
Somalia, Central African Republic are going unnoticed.
On the other hand the Mediterranean has turned into the main scenario
for the latest forced migrations, an aim to focus on for these new exiled. At
the Mediterranean we can imagine how the migrants flows have increased en
masse, bringing with them unprecedented movements of people, as we all know as
the refugees crisis.
Numerous are the occasions when international organizations such as UNO
Women, UNICEF, IMO and UNHCR have reported that at armed conflicts both women
and children have their rights infringed.
KEYWORDS: Mandatory Expulsion; Armed Conflict; Territory; Discrimination
INTRODUCCIÓN
Con el articulo
"Invisibles en el Mediterráneo: el éxodo del siglo XXI", se pretende
dar una mayor visibilidad a un grupo de población, mujeres y niños,
básicamente, como auténticos actores principales en los conflictos armados,
puesto que, en el imaginario de la guerra, son los más vulnerables y los menos
visibles. En todo conflicto armado existe un sector de la población que ejerce
de manera coercitiva su poder sobre otros, violando sus derechos, y ejerciendo
sobre ellos todo tipo de violencia sociopolítica.
El Mar Mediterráneo
convertido en el principal escenario de las migraciones actuales, dando lugar a
un desplazamiento de personas sin precedentes, lo que se conoce como la crisis
de los refugiados. Por este motivo, muchos países que se encuentran a orillas
de este mar han tenido que reforzar las medidas de seguridad. Estas personas
han sido expulsadas de sus territorios por divergencias ideológicas, étnicas y
religiosas.
Los conflictos
armados cada vez son más brutales y más extensos. Algunos de ellos tienen un
alto contenido mediático, como la de Siria, Afganistán, otras en cambio,
tienden a ser más invisibles para la sociedad, como son la de Yemen, Sudán del
Sur, República Centroafricana, Eritrea, Nigeria, Somalia y muchas otras.
Partiendo de esta
premisa, encontramos a aquellos invisibles que, por razones de género o de
etnia, entre otras, son discriminados. Invisibles que ni siquiera pueden optar
a abandonar las zonas en conflicto. Mujeres y niños que son convertidos en
víctimas sexuales, meros esclavos, maltratados, utilizados como escudos humanos
o como soldados. Que a la fuerza toman parte en tales conflictos bélicos. Los
datos de los últimos informes ofrecidos por diversas organizaciones
internacionales como ONU Mujeres, UNICEF y ACNUR nos permiten afirmar que los
derechos humanos de ambos grupos de población, mujeres y niños, son
sistemáticamente violados en esas zonas.
Las Mujeres y los
Niños en los conflictos armados
En el imaginario de
la guerra, a un grupo de población, mujeres y niños, básicamente, como
auténticos actores principales en los conflictos armados, puesto que, en el
imaginario de la guerra, son los más vulnerables y los menos visibles. En todo
conflicto armado existe un sector de la población que ejerce de manera
coercitiva su poder sobre otros, violando sus derechos, y ejerciendo sobre
ellos todo tipo de violencia sociopolítica.
Desde la
perspectiva de género, la realidad social de las mujeres y las niñas en los
conflictos armados es bien distinta que a la de sus coetáneos masculinos
-hombres y niños-, ellas son víctimas potenciales en la violencia sociopolítica
llevada a cabo en los conflictos armados, sobre todo el de índole sexual. El
desplazamiento, sumado a la pérdida de hogares y bienes, la pobreza, la
desintegración de la familia, las separaciones y otras consecuencias de los
conflictos armados afectan de forma considerable a la población, especialmente a
las mujeres y los niños. Las niñas son también raptadas o reclutadas para que
participen en situaciones de conflicto armado, por ejemplo, como combatientes,
esclavas sexuales o servicio doméstico.
Además, son las más
discriminadas en cuanto a falta de artículos de primera necesidad se refiere
para su supervivencia, como son los servicios de salud básicos, su tasa de
mortalidad materna se incrementa en un 2,5% en los países que están en
conflicto (ONU Mujeres, 2014).
Las mujeres son las
que asumen una mayor responsabilidad en cuanto a roles familiares se refiere,
roles destinados a los hombres, como hacerse cargo de sus hijos y sus parientes
ancianos más cercanos e incluso ayudar en la comunidad. De hecho, la ausencia
de sus coetáneos varones las convierten en blanco fácil, motivo por el cual
muchas de ellas huyen de su hábitat natural. Según los datos ofrecidos por el
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, las mujeres
representan el 49% de las personas refugiadas en todo el mundo. No obstante,
muchas mujeres no huyen de áreas de conflicto debido a la creencia de que por
el hecho de ser mujeres, ellas y sus familias están en la certeza van a estar
más protegidas (ACNUR, 2016).
El Informe Mujer
Sola: la lucha por las mujeres refugiadas sirias por la supervivencia, es un
claro ejemplo de cómo las mujeres en el imaginario de la guerra, "están
obligadas a asumir la responsabilidad de cuidar de sus familias después de que
sus maridos hayan sido asesinados, secuestrados, o separados por uno u otro
motivo, estas mujeres se han visto atrapadas en una espiral de sufrimiento,
aislamiento y ansiedad"(ACNUR, 2014).
En la Declaración
del Milenio de Naciones Unidas celebrada en Nueva York en el año 2000, por
primera vez se generaliza la idea de que las mujeres en los conflictos armados
son las más discriminadas y vulnerables que los hombres e instan a los países
participantes de que esas diferencias se tengan en cuenta a la hora de las
normas internacionales de derechos humanos y el derecho internacional
humanitario.
En cuanto a las
medidas adoptadas, se instan a los Estados participantes a que se debe luchar
contra los abusos que se cometen contra la mujer, lo que incluye poner más
empeño en acabar con la impunidad respecto de los delitos que se cometen contra
ella en situaciones de conflicto armado. No obstante se reconoce la labor
ejercida por los Tribunales Internacionales para la ex Yugoslavia y para
Rwanda, constituyendo así un importante aporte en la lucha contra la violencia
contra la mujer en el contexto de los conflictos armados.
Históricamente, la
aprobación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional(1998), fue un
gran logro para erradicar la violencia sociopolítica que sufrían las mujeres en
los conflictos armados, en dicho Estatuto se establece que la violación, la
esclavitud sexual, la prostitución forzada, los embarazos forzados, la
esterilización forzosa y otras formas de violencia sexual constituyen crímenes
de guerra cuando se cometen en el contexto de un conflicto armado y, en
determinadas circunstancias, constituyen crímenes de lesa humanidad.
En cuanto a la
contribución de las mujeres en los conflictos armados el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas, en el año 2000 aprobó la Resolución 1325 sobre las
mujeres, la paz y la seguridad. Con la entrada en vigor esta normativa se le
concede a la mujer una mayor visibilidad en el establecimiento de la paz y
solución de conflictos. De hecho, se han puesto en marcha
programas de educación y formación sobre la solución de los conflictos por
métodos no violentos. Se han logrado progresos en la difusión y aplicación de
directrices para la protección de las refugiadas y para atender las necesidades
de las mujeres desplazadas.
De mismo modo, los
gobiernos de los países participantes, la comunidad internacional y las
organizaciones internacionales, y en particular las Naciones Unidas, reconocen
que las mujeres y los hombres viven de manera diferente las emergencias
humanitarias y que es necesario prestar un apoyo más integral a las mujeres
refugiadas y desplazadas, especialmente las que han sufrido todo tipo de
abusos, incluidos los abusos por razones de sexo, para que tengan igualdad de
acceso a una alimentación y nutrición adecuadas, agua apta para el consumo,
sistemas de saneamiento salubres, alojamiento, enseñanza y servicios sociales y
de salud, entre ellos la atención de la salud reproductiva y los servicios de
maternidad.
Cada vez se reconoce más la necesidad de integrar una perspectiva
de género en la planificación, la formulación y la realización de actividades
de asistencia humanitaria y de proporcionar recursos adecuados. Los organismos
de socorro humanitario y la sociedad civil, incluidas las organizaciones no
gubernamentales, han desempeñado un papel cada vez más importante en la
prestación de asistencia humanitaria, así como en la formulación, en su caso, y
la ejecución de programas encaminados a atender a las necesidades de las
mujeres y las niñas, incluidas las refugiadas y desplazadas durante emergencias
humanitarias, y en situaciones de conflicto y posteriores a los conflictos.
En la Asamblea
General de Naciones Unidas celebrada en el año 2000 se aprobó dos Protocolos
Facultativos sobre los Derechos del Niño en todo el mundo, reforzando así su
protección de la infancia contra su participación en los conflictos armados y
la explotación sexual. En esta ocasión, los Estados participantes se
comprometieron a garantizar que los grupos armados no deberían reclutar nunca,
de modo obligatorio o voluntario, a niños menores de dieciocho años, ni
hacerlos participes en las hostilidades. Asimismo, los Estados deberían
garantizar el cumplimiento de esas obligaciones, y comprometerse a sancionar
penalmente el reclutamiento de los niños en las fuerzas o grupos armado (Gómez
Isa, 2000).
Pero
lamentablemente, la realidad es otra, a pesar del compromisos adquiridos por
los Estados participantes en el año 2000, en cuanto a los derechos reconocidos
del niño en el Protocolo Facultativo, y a los derechos de las mujeres con la
Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, las mujeres y los
niños siguen siendo las víctimas potenciales en el imaginario de la guerra.
En
los últimos años, las distintas Organizaciones Internacionales destinadas a
velar por los derechos de los niños y las mujeres, cómo son: el Fondo
Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),
la Organización de las Naciones Unidas destinada a fomentar el empoderamiento
de la mujer y la igualdad de género (ONU Mujeres) y el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR en sus respectivos informes anuales
siguen denunciando qué tanto en las áreas de conflicto armado como en las zonas
destinadas a refugiados, las mujeres y los niños siguen siendo los más
vulnerables. Un claro ejemplo de ello se ve reflejado en los siguientes
discursos:
En Afganistán, la
judicatura afgana afirmó que en 2016 se registraron más de 3.700 casos de
violencia contra las mujeres y las niñas -entre ellos, palizas, homicidios y
ataques con ácido- perpetrados por todo el país contra mujeres y niñas durante
la primera mitad del año.
La UNAMA (Misión de
Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán) informó de un incremento en el
número de mujeres que habían sido castigadas en público, en aplicación de la
ley islámica, por los talibanes y por otros grupos armados. Entre el 1 de enero
y el 30 de 7 junio, documentó seis casos de mujeres acusadas de los llamados
delitos “morales”, que habían sido castigadas en virtud de sistemas de justicia
paralelos: dos de ellas fueron ejecutadas, mientras que las otras cuatro fueron
flageladas.
En Eritrea, en 2014
el gobierno se comprometió en acabar con el servicio militar limitado. Aunque
la edad mínima para el reclutamiento es de 18 años para realizar el Servicio
Nacional Obligatorio se continuaba utilizando niños y niñas en la instrucción
militar. En el campamento de instrucción del servicio nacional de Sawa, las
condiciones de vida son muy duras, los niños y las niñas eran sometidos a una
disciplina de carácter militar y recibían adiestramiento en el manejo de armas.
El 48% de las 14.000 personas que terminaron la educación del campamento eran
mujeres que sufrían tratos especialmente duros, como esclavitud sexual, tortura
y otros abusos sexuales.
En
Siria, la Comisión Independiente de Investigación denunció que las fuerzas del
Estado Islámico habían trasladado forzosamente a Siria a miles de mujeres y
niñas yazidíes desde Sinyar (Irak), las habían vendido en mercados y las habían
sometido a esclavitud, incluida esclavitud sexual. Muchas mujeres y niñas
sufrieron violencia sexual, violación y otras torturas, estas mujeres y niñas
cuando eran sorprendidas
tratando de huir eran objeto de violación en grupo o de otras torturas o
castigadas con dureza.
En Yemen, las
mujeres y las niñas continuaban estando discriminadas en la ley y en la
práctica, y no recibían protección adecuada contra la violencia sexual y de
otros tipos, como la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado y otros
abusos.
En Somalia, a pesar
de que formó parte en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, el
gobierno federal seguía sin implementar los dos planes de acción que había
firmado en 2012 para poner fin al reclutamiento y uso de niños y niñas
soldados, así como al homicidio y la mutilación de menores de edad. Las niñas
son invisibles entre los invisibles, no sólo en el frente, sino también fuera
de él, ya que no es frecuente encontrar los programas de desmovilización y
rehabilitación contemplen acciones específicas para ellas. A menudo se olvida
hablar de las niñas cuando se trata este problema, pero que en realidad son las
que sufren situaciones más duras.
Es
mucho más difícil para una niña. Para empezar, pierdes tu identidad como mujer:
tienes que llevar un uniforme militar, botas, debes llevar pelo corto... no se
te permite usar pintalabios ni nada que recuerde que eres una chica. No se te
permite ser una mujer: cambia tu forma de hablar, tu forma de moverte, incluso
tu forma de estar simplemente de pie... todo. Además eres menospreciada y
humillada: imagina tener 16 años y no poder recordar cuántos hombres han tocado
tu cuerpo y han abusado de ti. Muchas niñas de apenas 13 años se convierten en
madres sin tener el cariño de una familia ni nadie que les cuide, sin padre ni
madre, sin nadie que les diga 'estoy aquí para apoyarte, yo te
protejo'.
En el frente las chicas se ven obligadas a cometer atrocidades
sólo para demostrar que no son unas cobardes, y eso nunca se olvida. Te sientes
sucia y sin valor, pierdes completamente tu autoestima y crees que no mereces
que nadie te quiera. Para los chicos también es terrible, pero no puedo hablar
por ellos, porque yo lo viví como mujer".
China Keitetsi,
ex-combatiente
Las Migraciones
actuales desde una Perspectiva Sociológica
Desde esta
perspectiva sociológica, la sociología de las migraciones se configura como una
disciplina de las ciencias sociales capaz de explicar un fenómeno tan actual
como son las migraciones masivas. Demográficamente, los flujos migratorios
ocupan una parte esencial a la hora de estudiar a la composición de la
estructura de las sociedades. Pero al mismo tiempo, las migraciones suponen un
fenómeno social muy complejo, por un lado, la dificultad que supone cuantificar
con exactitud el número de la población migrante; y, por otro lado, por qué en
un mismo contexto, como son conflictos armados, los comportamientos y actitudes
llevadas a cabo ya sea de forma individual o colectiva son muy diversos.
El demógrafo inglés
Ernst G. Ravenstein (1889), con la teoría explicativa sobre migraciones
(push–pull) más conocida como la teoría de expulsión- atracción trató de
explicar cuáles eran las causas por las que los individuos entran a formar parte
de un proceso tan complejo como es la migración.
En un contexto como
el de los conflictos armados encontramos factores de expulsión (push) como son
la vulneración de los derechos humanos que fuerzan al individuo a romper con su
hábitat natural por miedo a ser perseguido, ya sean razones ideológicas,
políticas o religiosas aún a sabiendas que este abandono del territorio supone
correr un grave riesgo para su integridad física. Por otro lado, encontramos
los factores de atracción (pull), en este caso encontramos países cuyo destino
genera a los migrantes mayor seguridad, sea ésta económica y asistencial
(Arango,1985).
Según Saskia
Sassen, "la población refugiada tiene más impacto económico mucho mayor
en el Sur global que en el Norte global, no obstante, la llegada masiva de
refugiados a los países del Norte global tienen un mayor impacto social que
económico"(Sassen, 2015: 75).
El Mar
Mediterráneo: el foco de atención en las expulsiones forzosas
El
mar Mediterráneo , "mar en medio de tierras", a los largo de su
historia ha sido mar de navegantes y comerciantes, fenicios y romanos han
navegado por sus aguas junto a los griegos, lo que es un paradigma de su
condición de espacio común entre países, continentes y culturas. Los pueblos de
sus orillas han hecho de este mar un símbolo común, implantando el adjetivo
mediterráneo para describir todo lo que comparten y todo lo que les cohesiona,
llegando a transcender en etnias, nacionalidades e, incluso, continentes. El
Mar Mediterráneo, actualmente, se ha convertido en el principal escenario
últimas migraciones forzosas, migrantes y refugiados comparten un mismo
espacio, hecho denominado por muchos expertos, la crisis
de los refugiados.
Por este motivo, muchos países que se encuentran a orillas
de este mar han tenido que reforzar las medidas de seguridad. Estas personas
han sido expulsadas de sus territorios por divergencias ideológicas, étnicas y
religiosas.
Crisis migratoria,
datos de migrantes y refugiados
Según, Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), en los últimos años han cruzado
Mediterráneo 1.621.480 personas y se han perdido la vida 12.793 en el periodo
2014-2017.
El conflicto en
Sudán del Sur estalló hace dos años y ha producido hasta ahora 2,3 millones de
desplazados, 650.000 de los cuales han huido a países vecinos. El 90% de los
refugiados son mujeres y niños.
El Alto Comisionado
de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados informó enero de
2017, que unas 45.000 personas han llegado a Senegal huyendo de la incertidumbre
política en Gambia, más del 75% de los que llegan son niños acompañados por
mujeres” (ACNUR,2017).
BIBLIOGRAFÍA
Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiado (ACNUR). Informe "Mujer Sola: la
lucha de las mujeres refugiadas sirias por la supervivencia". 2014.
Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiado(ACNUR). Informe "Tendencias
Globales Desplazamiento Forzado 2015, forzados a huir". 2015.
Arango, J.(1985). Las
Leyes de las Migraciones de E. G. Ravenstein, cien años después. Revista
Española de Investigaciones Sociales (REIS), No. 32. Pp. 7-26.
Gómez Isa,
F.(2000). La participación de los niños en los conflictos armados. El
Protocolo Facultativo a la Convención sobre los Derechos del Niño, Cuadernos
Deusto de Derechos Humanos, Bilbao: Universidad de Deusto.
Naciones
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Sassen,
S.(2015). Expulsiones: Brutalidad y complejidad en la economía
global. Madrid: Katz.