Alma Reville |
El
escritor y crítico de cine americano David Thompson, en su célebre obra sobre
la historia del celuloide "The Big
Screen", dedicó al gran Alfred Joseph Hitchcock nada menos que cincuenta páginas;
en cambio, la que fuera no sólo su guionista y montadora cinematográfica, sino
esposa y madre de su única hija, también, sólo mereció, en su opinión, veinticinco
palabras.
La
trayectoria de Alma Lucy, que Thompson no supo apreciar o no quiso reconocer, sí
sería finalmente considerada por Hollywood, cinco décadas después. Nunca es
tarde si la dicha llega, aunque sea a título póstumo, que es como la industria cultural,
no sólo cinematográfica, suele enmendar sus equivocaciones. Así, finalmente, la
gran aportación de Reville al mundo del celuloide fue reivindicada.
A la sombra del maestro |
Como
veremos a continuación, Alma Lucy fue mucho más que la sra. Hitchcock.
Alma
Lucy Reville nació en Nottinghan, Reino Unido, un 14 de Agosto de 1899. Pionera
en la industria del celuloide, con tan sólo quince años comenzó a trabajar con
su padre en los Estudios Twickenham, como ayudante de vestuario. Alma
era una mujer de gran temperamento, fuerte personalidad y enérgico carácter.
Del todo polifacética, trabajaría como actriz, montadora cinematográfica y
guionista.
Pudo
haber disfrutado de una vida apasionante, pero prefirió convertirse en la
señora de Alfred Hitchcock, quedando a la sombra del gran maestro del suspense.
La pareja inició su relación cuando ambos trabajaban en los estudios de la compañía
Famous Players-Lasky Corporation, filial británica de la Paramount Pictures en
Londres, allá por los años veinte. Alma
Lucy se iba a convertir rápidamente en la mano derecha del cineasta, escribiéndole
guiones, desempeñando labores de editora, verificando la continuidad de los
relatos, encargándose del doblaje de voces e, incluso, supervisando los decorados
de sus películas.
Famous Players-Lasky Corporation |
El 2
de Diciembre de 1926, Alfred y Alma contrajeron matrimonio, unión de la que nacería su único hijo, una niña, Patricia Hitchcock O'Connell.
Aunque
la mayoría de sus trabajos los llevó a cabo junto a su marido, tuvo la
oportunidad, además, de trabajar con otros cineastas, como Berthold Viertel y Maurice
Elvey, lo que a Alfred le solía incomodar bastante. Alma
se especializó en revisar los diálogos y descubrir las incongruencias de los
guiones y argumentos de las películas en las que participaba.
A
pesar de su valía, continuamente demostrada, de una trayectoria, tanto en lo personal
como en lo laboral, impecable, la industria del celuloide no la tendría en
consideración a lo largo de toda su vida.
La
gran actriz Helen Mirren, que nos regaló una fantástica interpretación del personaje
en la película "Hitchcock", del director Sacha Gervais, llegó a definir a Alma como la "heroica invisible de la historia del cine", argumentando que era
algo más que la señora de Hitchcock y que sus aportaciones al trabajo de su
marido eran de un valor incalculable.
Helen Mirren |
Los estudiosos
de la biografía del genial cineasta opinan que los problemas de salud de Alma, que
sufrió un derrame cerebral y consiguió superar un cáncer de mama, también, fueron la causa
del fin de la carrera de Hitchcock. Al parecer, éste viviría desde entonces con
el temor a fallecer antes que su esposa.
Y, finalmente,
llegaría el tan ansiado reconocimiento. El más sorprendente de todos, quizás, fue
el propiciado por su propio esposo cuando éste fue en 1979 galardonado con el
premio a toda una carrera artística por parte del American Film Institute.
Alfred
Hitchcock comenzó su discurso diciendo "pido
permiso para mencionar por su nombre a cuatro personas que me han dado todo su
cariño, su reconocimiento, sus ánimos y su constante colaboración. La primera
de las cuatro es una montadora cinematográfica, la segunda es una guionista, la
tercera es la madre de mi hija Pat y la cuarta es la cocinera más excelente, que
ha obrado milagros en la cocina doméstica, y el nombre de las cuatro es Alma
Reville. Si la hermosa señorita Reville no hubiera aceptado hace cincuenta y
tres años un contrato vitalicio sin opciones para convertirse en la señora de
Alfred Hitchcock, es posible que el señor Alfred Hitchcock se encontrara en
esta sala esta noche. Sin embargo, no estaría en esta mesa, sino que sería el
camarero más lento de la sala. Quiero compartir este premio con quien ha compartido
mi vida, Alma Reville".
Patricia
Hitchcock O'Connell, en la biografía "Alma
Hitchcock: la Mujer tras el Hombre", editada en España en el año 2009,
redescubre la personalidad de su madre y llega a afirmar que sus padres habían
firmado un acuerdo tácito por el cual ninguno sería obstáculo en la vida del
otro, al tiempo que deja claro que era aquélla una época en que la mayoría de
las mujeres ni tenía ni podía exigir reconocimiento social alguno.
Portada de la biografía |
William
Rothman, uno de los muchos biógrafos del cineasta, sostuvo en su obra "La Mirada Asesina" que
existen, al menos, tres películas en la carrera de Hitchcock en las que se
refleja su co-dependencia con Alma: "El
Caso Parodina" (1974), "Yo
Confieso" (1953) y "Frenesí"
(1972).
Stephen
Rebello en su libro "Alfred
Hitchcock y la Realización de Psicosis"
expone la tesis de que Alma Reville fue la verdadera protagonista de esa
piedra angular en la carrera del director inglés, no sólo por aceptar hipotecar
su casa para financiar el proyecto, sino porque fue quien propuso la música
para la toma del apuñalamiento en la bañera, una de las escenas más tensas y
estremecedoras de la Historia del Cine.
Alma
Reville sobrevivió a Alfred, su fallecimiento se produjo el 6 de Julio de 1982,
dos años más tarde que el de su marido, a la edad de 82 años, y por causas naturales.
Se apagaba una luz que había sabido brillar por sí misma bajo la sombra alargada
del maestro del suspense Alfred Hitchcock.
Cartel original de la película "Psicosis" |
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